La frase de Hipócrates que decía que la comida debería ser nuestra medicina y nuestra medicina debería ser nuestra comida aplica también para nuestras mascotas. En consecuencia, se han desarrollado dietas que satisfacen sus necesidades nutricionales y previenen enfermedades. Desde diferentes enfoques se han formulado diversas opciones, como las pixie y las BARF.
Ambas ofrecen una alimentación completa, es decir, que pueden sustituir el concentrado tradicional. Se hacen a partir de ingredientes funcionales, de origen natural, tienen alta calidad nutricional y son aptos para consumo humano. Sin embargo, hay dos aspectos que debes tener en cuenta al escoger la mejor opción para tu mascota.
Crudo contra cocido
Las dietas BARF fueron diseñadas para suministrarse crudas porque así las consumían los ancestros evolutivos de tu mascota. Su sistema digestivo asimila mejor los nutrientes de esta forma. Al estar crudas, las BARF mantienen el perfil lipídico y vitamínico de sus ingredientes. Pero esto no siempre es bueno, ya que de esta forma se facilita el crecimiento bacteriano en este alimento. Estas bacterias inducen cambios en la microbiota intestinal de tu mascota, haciéndola más susceptible a enfermedades. (Schimdt y colaboradores, 2018).
Por su parte, los ingredientes de las dietas pixie pasan por un proceso de cocción de bajo horneado. Esta práctica se considera segura, pues disminuye la carga de bacterias patógenas y aumenta su tiempo de conservación (Dudeja P y Singh, 2018).
Este procesamiento también aumenta la digestibilidad proteica y energética sin afectar significativamente su perfil lipídico o vitamínico. Otra ventaja es disminuir la colonización de bacterias en el alimento, lo que minimiza su impacto negativo en el tracto digestivo. Para tu mascota esto representa un mejor desarrollo y mantenimiento osteomuscular, un pelo más brillante y un intestino más saludable.
Nutrición de precisión
Dependiendo de la especie, edad, peso ideal y actividad física de tu mascota, esta tendrá requerimientos nutricionales muy específicos. Asimismo, varios trastornos metabólicos como la obesidad o la enfermedad renal pueden prevenirse (o controlarse) mediante una dieta balanceada.
Con asesoría de tu médico veterinario, considera todo lo anterior para formular óptimamente la dieta de tu mascota.
Una organización canadiense, la National Research Council, brinda recomendaciones optimizadas para diseñar la dieta de tu mascota. En general, tanto las dietas BARF como las pixie siguen sus lineamientos. Así, las BARF ofrecen dos menús diseñados desde los requerimientos nutricionales de un perro adulto y saludable. Por su parte, las pixie se basan en una calculadora de raciones que puedes consultar. Esta toma en cuenta la edad, actividad física y peso ideal de tu mascota para recomendarte la opción ideal. En casos de alguna enfermedad que requiera de dietas especiales, pixie te ofrece asesoría médico veterinaria.
En conclusión, las dietas BARF y pixie pueden sustituir a las comidas para perros basadas en granos (alimento concentrado). Cada una presenta diferencias en su procesamiento, repercutiendo en la calidad final del producto. La personalización de la dieta es crucial para alimentar óptimamente a tu mascota. Las dietas pixie te permiten escoger entre más opciones. Finalmente, no olvides que un médico veterinario nutricionista te recomendará la mejor opción para alimentar saludablemente a tu mascota.
Publicado: 08 de Enero del 2021
Referencia Bibliográfica:
Dudeja P, Singh A (2017) Chapter 29 - Safe cooking practices and food safety in home kitchen and eating establishment en Kumar Gupta R, Dudeja P y Minhas Singh Food Safety in the 21st Century - Public Health Perspective. Academic Press. Pp 373 – 385.
Schidt M, Unterer S, Suchodolski JS, Honeffer JB, Guard BC, Lidbury JA, Steiner JM, Fritz J y Kölle P (2018) The fecal microbiome and metabolome differs between dogs fed Bones and Raw Food (BARF) diets and dogs fed commercial diets. PLoS One. DOI: 10.1371/journal.pone.0201279