Faraón es un dogo que abandonaron en un refugio argentino (La Nación, 2019). Lo primero que notaron los voluntarios es que tenía una conducta agresiva. Con el paso de los días descubrieron que no era uno de esos perros bravos, sino que estaba sordo.
Después de adiestrarlo con lenguaje de señas, el comportamiento de Faraón cambió radicalmente porque se pudo comunicar. Para los animales, la ferocidad es un recurso de supervivencia y no una intención criminal (Periódico Hoy, 2016).
Aquellos que han sufrido situación de calle o abandono suelen parecer agresivos, pero no siempre es así. Algunas veces solamente están tratando de anticipar posibles ataques. Cuando rescatas a un animal debes tener en cuenta que hay un periodo de adaptación.
En la fundación colombiana Running Paws acompañan a las familias para que logren que sus mascotas tengan una conducta sana en su nuevo hogar.
Conducta agresiva: qué se debe tener en cuenta al adoptar
Cuando adoptas a una mascota debes recodar que no se trata de un lienzo en blanco. Tiene historia que probablemente explique alguna conducta agresiva. Por tal motivo, debes hacer trabajo de rehabilitación.
Se considera que un animal manifiesta comportamientos agresivos cuando tiene reacciones relacionadas a amenazas o ataques, por ejemplo:
- Gruñir.
- Mostrar los dientes.
- Arañar.
- Morder.
La salud es el primer paso para una rehabilitación. Es común queque, con solo eliminar los malestares físicos de los animales, su carácter mejore.
Además, también tiene que haber una rehabilitación emocional. Existe la posibilidad de que un animal que vivió en la calle desarrolle traumas. Para ayudarlo puedes pedir la evaluación de un especialista o aprender técnicas de la etología.
La buena noticia es que los animales no desarrollan enfermedades mentales sino desordenes. Con paciencia y eficacia, se controlan.
Tratamientos para erradicar una conducta agresiva
Para eliminar la conducta agresiva de un animal rescatado lo primero que debes hacer es diagnosticar la causa. Puede ser provocada por afecciones médicas, traumas o, incluso, alguna conducta que aprendió (Boada, Pineda, Olivares e Ibáñez, 2017). Es decir que, para ese animal, esa respuesta agresiva es lo que se espera de él.
El programa terapéutico para rehabilitarlo implica un plan para modificar las conductas no deseadas. Su éxito depende en gran medida de tu colaboración y paciencia.
Algunas técnicas que se aplican durante el tratamiento son:
- Evitar los estímulos que desencadenan la agresividad.
- Establecer interacciones positivas como darle premios cuando se porte bien.
- Evitar castigos físicos. Con los perros, por ejemplo, con ignorarlos durante un tiempo es suficiente.
- Para tratar a los gatos agresivos, ayúdales a gastar energía. Es importante darles lugares para trepar, esconderse o rascar.
- Evitar que perros y gatos se adueñen de un territorio. Al primer gruñido, cambia su cama de lugar.
Trabajar para modificar la conducta agresiva en un animal adoptado es trabajo que requiere esfuerzo. Sin embargo, también conlleva una gran satisfacción. Lo que realmente estás haciendo es darle una segunda oportunidad de calidad de vida a tu mascota.
Publicado: 27 de enero del 2020
Referencias bibliográficas:
Boada, M. Pineda, S. Olivares, A. e Ibáñez, M. (5 de junio de 2017). Etiología, diagnóstico y tratamiento de la agresividad canina. España: Portal Veterinaria. Recuperado de: (https://www.portalveterinaria.com/animales-de-compania/articulos/27010/etiologia-diagnostico-y-tratamiento-de-la-agresividad-canina.html)
La Nación. (18 de diciembre de 2019). Sordo y abandonado, este perro conoció el amor gracias al lenguaje de señas. Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/sordo-abandonado-este-perro-conocio-amor-gracias-nid2316964
Periódico Hoy. (27 de enero de 2006). Ecología. La agresividad en los animales. Recuperado de https://hoy.com.do/ecologia-la-agresividad-en-los-animales/